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En la dependencia emocional vemos una profunda necesidad en las personas de sentirse intensamente amados y acompañados, para lograr este objetivo serán capaces de cualquier sacrificio. Las mujeres son quienes más padecen este trastorno, sin embargo veremos que es un mal que aqueja a hombres también. Las personas dependientes buscaran satisfacer a su pareja por todos los medios posibles, incluso a nivel sexual.
No pueden concebir la idea de que su objeto de amor se aleje, lo que provocara ansiedad y comportamientos que intenten atraer a su pareja a como de lugar. El amor es lo más relevante en sus vidas y no soportan el estar solas, lo que hará que se involucren en un sin fin de relaciones amorosas infructuosas. Viven y respiran por su amado, lo que puede culminar en problemas a nivel laboral, social y familiar. Se entregan sin reservas, desatendiendo sus propias necesidades y quedando expuestas a la manipulación y los caprichos del otro, su opinión no vale y tratara de modificarla ante los demás de ser necesario, ellas no pueden tolerar la desaprobación de los otros debido a su baja autoestima y su extrema necesidad de cariño. Su valor radica en lo que los demás crean de ella.
Si bien la dependencia emocional es más frecuente en relación a la pareja, también esta dependencia puede ser aplicada a familiares, compañeros, amigos. El miedo al rechazo, a no ser suficiente, a que nadie los quiera, a que los abandonen a su suerte, está latente en los sujetos que literalmente viven para satisfacer a los otros. Lo irónico es en que su búsqueda incesante de amor van perdiendo sus propias cualidades, casi convirtiéndose en un ser vacío sin ideología, sin opinión, alguien en quien depositamos lo que queremos, pero no podemos extraer algo verdadero de su comportamiento, de sus palabras, lo que en definitiva terminara aburriendo al otro.
Estas personas en su infancia no recibieron cariño suficiente ni seguridad emocional, lo que las empujara en su vida adulta a buscar esa aprobación y cariño que no experimentaron cuando más lo necesitaban. Cuando escogen a su amor, lo hacen en base a todas esas cualidades que son ideales para ellos y que creen no poseer. Usualmente se enamoran de sujetos egocéntricos, hedonistas, dominantes, fríos. El narcicismo acentuado de estos individuos es lo que generara aún más devoción en alguien con baja autoestima, se anhela lo que se carece.
¿Cuáles son las fases por las que atraviesa un dependiente emocional en el amor?
Al comienzo de toda relación existe una etapa de euforia y exaltación, conocida como la etapa de enamoramiento. En los dependientes la siguiente fase será de sumisión abnegada hacia el otro, donde se pondrá en juego también la idealización. Más adelante, la relación comenzará a deteriorarse y en la mayoría de los casos el desenlace será la ruptura, generando una especie de síndrome de abstinencia en el dependiente, quien no tardara en ir en busca de un potencial nuevo compañero.
Los dependientes emocionales no pueden experimentar verdadera felicidad, el otro actúa como un calmante, una droga si se quiere, pero el efecto de calma se va rápido, ahogado por los celos, la desesperación y el miedo de perder a quien se ama además de la extenuante búsqueda de aprobación.
Frecuentemente ellos consultan cuando una relación ha culminado, pueden mostrar síntomas depresivos y ansiedad por lo perdido, incluso hasta pueden llegar a negar que la ruptura ocurrió, incapaces de tomar contacto con esa dolorosa realidad que ahora los desborda. Por supuesto que la ansiedad disminuye cuando encuentran a alguien que funcione de reemplazo del objeto amado con anterioridad, después de todo lo importante es no estar solos y tener que afrontarse a su desprecio hacia sí mismos.
La dependencia emocional es un mal que no solamente aqueja a las mujeres, sino que también, cada vez más, podemos observarlo en el ámbito masculino. Quizás pase más desapercibido ya que ellos intentan esconder sus necesidades, sus sentimientos porque socioculturalmente los hombres deben ser fuertes y casi carentes de emociones, está mal visto que las expresen, como si esto fuera un pecado mortal.
Esta clase de dependencia comparte las mismas características que cualquier otro tipo de adicción. Todo comienza con un intenso placer cuando estamos junto al otro, de manera tal que cada vez más vamos a querer compartir tiempo con esa persona y si ella no estuviera sentimos el síndrome de abstinencia, el cual puede ser muy doloroso cuando la pareja ya no está presente.
Las consecuencias de la dependencia emocional incluyen que el sujeto pierda el control de su propia vida intentando vivir solamente en función del otro. Alimenta aún más su inseguridad, ya que el hombre cree que no es un individuo válido si su pareja no está presente. Estas actitudes pueden generar problemas en el ámbito laboral y social, estar distraído, desganado, no darle importancia a los amigos ni a la familia, solamente a la persona que necesita. Existe mucha manipulación debido a la búsqueda incesante de controlar al otro para que no lo deje o lo siga queriendo por siempre. Existen miedos como el de no ser querido, el miedo a la pérdida, una fuerte dificultad para dejar ir esos vínculos por más problemáticos que sean.
Un hombre dependiente emocionalmente va a sufrir celos si la pareja intenta alejarse o establecer ciertos límites y en algunos casos extremos estos celos pueden ser motivo de actos de violencia. Existe un riesgo importante de que la dependencia emocional masculina lleve al maltrato además de que muchos hombres maltratadores buscan mujeres dependientes ya que son fácilmente manipulables. El apego es castrador, enfermizo, degrada al otro, genera depresión, agota.
Los hombres dependientes necesitan constantemente una confirmación del amor del otro, alabanzas en sus tareas diarias. Necesitan saber dónde se encuentra su pareja, qué hace. Existe una alta cuota de narcicismo en ellos.
Un libro muy bueno y conocido sobre este tema es el escrito por Robin Norwood titulado Las mujeres que aman demasiado. En esta obra la autora nos recomienda una serie de pasos para poder comenzar a dejar atrás este patrón negativo de relacionamiento.
El primer paso es buscar ayuda, cuando somos concientes de que hay algo que nos está afectando debemos ser lo suficientemente sabios para entender que hay cosas que no podemos solucionarlas solos, no porque no seamos capaces, sino porque hay cosas que no hemos aprendido. Usualmente, quienes tienen un relacionamiento dependiente, son personas cuyos padres también los han sido, y han ido adquiriendo este patrón poco saludable para relacionarse. Así que a quitarse el miedo y la timidez y a acercarse a un profesional para descifrar el laberinto.
La recuperación tiene que ser lo más importante en este momento, no te distraigas con otras trivialidades, tu salud mental, emocional, importa y mucho. Deja de lado las excusas y enfoca tus fuerzas en tu bienestar.
Trabaja en tu lado espiritual, y por espiritualidad no necesariamente se habla de religión, sino de ese sentimiento de conectarse con uno mismo y con algo más grande que nosotros (llámese como quiera), esa sensación de tener un propósito en la vida, de tener esperanza, quizás hasta de hacer yoga y meditación. Despierta tu deseo de reflexionar y cuestionarte algunas cosas.
Evita los juegos emocionales, no intentes controlar al otro ya sea mediante la manipulación, la queja, el victimismo o ser absolutamente altruista al punto de que tú no existes. Hay que relacionarse desde la igualdad, nadie es superior a nadie en una pareja. Desde el respeto, el respeto que implica dejar al otro hacer y deshacer su vida como le plazca, respetar sus decisiones, sus gustos, y sobre todo sus espacios individuales. Los juegos emocionales lo único que brindan es una falsa seguridad que termina agotándote a ti y a tu pareja.
Seamos concientes de nuestros defectos, no desde el desprecio, sino simplemente seamos concientes de que no somos perfectos y esto está bien, si puedes hacer algo para pulirlos muy bien, pero como siempre digo, cambia desde al amor hacia ti mismo, no desde el castigo. Cultiva en ti lo que crees que necesitas, lo que pueda fortalecerte.
Seamos sanamente egoístas, pensar en uno primero está bien, porque sino nosotros no nos queremos, nos descuidamos y nos insultamos, va a ser muy difícil que podamos dar amor a los demás si ni quiera somos capaces de brindarnos esto a nosotros. Además los demás por supuesto que son importantes, pero no pueden ser más importantes que tu, porque si caes en este juego, vas a tener una autoestima demasiado baja e inevitablemente te chocaras con la cruel realidad que es imposible que dejes a todo el mundo feliz, incluso aunque te sacrifiques por completo. Es un juego cruel perdido de antemano, ni siquiera lo intentes.
A la persona dependiente le cuesta mucho liberarse de la relación que tuvo o tiene, por eso muchas veces se hace complicada la recuperación. Evita obsesionarte con el otro, algo que se manifiesta mediante sueños con la otra persona, pensar en qué está haciendo ahora, hundirse en recuerdos.
A veces se cae en los deseos de venganza, si has sido abandonado vas a poner tus energías en desearle lo peor al otro y perder tu tiempo pensando cómo harás que pague por lo que te ha hecho sufrir, pero en realidad, si te quedas prendado al odio, mas difícil es dejar a esa persona atrás y le seguís dando demasiada importancia, quizás más de la que merezca.
Caemos a veces en pensamientos absurdos, imaginando que la otra persona es sumamente feliz y tiene la mejor vida del planeta tierra mientras tú estás llorando por los rincones…Es hora de un chequeo de realidad. Si una relación terminó es porque evidentemente no estaba funcionando y más vale dejar ir algo que no te hace feliz a estar atado a ilusiones sin sentido que solamente te harán perder el tiempo. Además, ¿se te ha ocurrido que quizás, después de todo, seas tu quien se lleva la mejor parte?
El sufrimiento es constructivo, necesitas aprender a estar solo y amarte a ti mismo. Debes permitirte procesar el dolor, que cuando este proceso se termine (siempre termina a pesar de que no lo creas) vas a ser una persona más sabia, más fuerte y con más herramientas emocionales para poder acercarte al otro desde un lugar diferente, más libre y pleno. Sé conciente de lo que necesitas, de lo que realmente quieres y no temas ir en búsqueda de eso, al final del cuento, las migajas siguen siendo migajas, y tu mereces una relación con todas las letras.
Comienza hoy tu camino hacia la recuperación, puedes aprender a amar desde una vertiente más saludable, eres capaz que amarte a ti mismo si te lo permites. Sólo es cuestión de aceptar el desafío y estar expectante y alegre de esos increíbles cambios que pueden oficiarse en ti.
El tratamiento recomendable es el psicológico, tratamiento a largo plazo donde se trabajara principalmente en elevar la autoestima de la persona, trabajar en su historia personal, hacer que el sujeto comience a apreciarse a sí mismo, el psicológo servirá de sostén hacia el otro que se siente vulnerable. Se trabajaran con el consultante los diversos aspectos que generan este trastorno, prestando también atención a otros posibles trastornos asociados como lo podrían ser la depresión, la ansiedad y trastornos alimenticios.
La dependencia emocional es una prisión creada por nosotros mismos, es importante ser sinceros con lo que nos sucede y no temer pedir ayuda cuando esta es necesaria.
Nuestra Directora, Mariana Alvez, Guerra, visitó el canal 10, programa Arriba Gente el miércoles 14/02/24, para charlar sobre qué es lo que nos mantiene en un vínculo enfermizo y cómo construir relaciones más saludables