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© <a href="http://sarabbit.openphoto.net/gallery/">Sarah Klockars-Clauser</a> for <a href="http://openphoto.net/gallery/image/view/18787">openphoto.net</a>
No es necesario padecer ninguna patología para no saber regular tus emociones, a veces son simplemente ciertas carencias o malos aprendizajes que se van sumando hasta convertirse en algo aparentemente más poderoso que tu propia voluntad.
El problema con reaccionar impulsivamente ante determinadas situaciones es que siempre terminas metiéndote en un problema peor, sin importar que tan perturbadora fue la situación que desencadenó esa reacción en ti, tu reaccionar es la gota que colma el vaso y te arrepentirás, sentirás vergüenza y culpa por lo descontrolado de tus actos.
Para evitar ser víctimas de tus impulsos tienes que trabajar activamente en mantenerlos a raya y es un trabajo que debes perpetuar a lo largo de tu vida para poder volver a ser el dueño de tu propio destino.
Los impulsos que te conducen a actuar de maneras negativas deben ser cuidadosamente observados y descritos. Al simplemente observar lo que aprendes es a no juzgar, a no reaccionar y sobre todo a NO ACTUAR ante los mismos. Estás separando el impulso del objeto del impulso, entrenando tu cerebro para no ceder ante ellos. Reconocerlos y nada más es lo que se busca. Es posible tener un impulso y no sucumbir ante él. La clave radica sólo en observar, en ser concientes de lo que sientes, pero no actuar en consecuencia.
Como si fueras espectador de una película, alejate de ti mismo y observate como si fuéramos el protagonista de una tragedia, ver qué sientes, qué piensas, cómo te ves movido a actuar, y sin embargo, como si no se tratara de tu propia vida, mantente alejado de esa reacción de la cual seguramente te arrepentiras después.
La técnica conocida como el surf del impulso propone que tomes una hoja en blanco y escribas ese observar concientemente los impulsos. Debes alejarte de la situación actual y sin juzgar observa y describe los impulsos, tus pensamientos, sentimientos, sensaciones y las preocupaciones con respecto a la situación que te molesta. SOLO OBSERVA NO ACTUES.
Puedes tener miles de pensamientos pero eso no quiere decir que debas actuar en consecuencia a todos ellos, puedes ser más fuerte que tus emociones, puedes aprender a ir más allá de lo que ellas nos dictan. Sé que es un trabajo árduo, pero vale la pena y mucho estar en control de ti mismo.
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