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Ser agradecido por las cosas y personas que tienes en tu vida es un paso fundamental para ser más feliz. Abrir bien los ojos y comprender que te rodean un montón de elementos, de detalles, que enriquecen tu existencia te hace sentir mejor, con más calma, con más alegría.
Existe un ejericio muy bonito en Psicología Positiva que te permite conectarte con quienes amas de una manera más profunda. Este ejercicio consiste en escribir una carta diciendole a esa persona todo lo especial que es para ti, por qué estás agradecido, cuál es la influencia que ejerce sobre ti. La entrega de la carta puede ser realizada de manera destacable, quizás llevando a esa persona a su lugar favorito o decidir entregar la carta junto con un pequeño presente.
Este ejercicio te hará sentir feliz a ti y a quien reciba la carta, no debes dejar pasar la oportunidad de hacerle saber a quienes amas lo importante que son para ti. Las relaciones humanas son vínculos poderosos que tienen el potencial de brindar significado a tu vida. Los demás pueden influir positivamente en nosotros de mil maneras, grandes o pequeñas. Me gustaría contarles una historia personal de agradecimiento.
Yo nací con una enfermedad cardiovascular conocida como estenosis subpulmonar. Los médicos estaban convencidos de que sólo se trataba de un soplo del corazón, una condición bastante común en realidad. Mi madre, quizás por su instinto maternal, no lo sé, estaba convencida de que ese extraño ruido que escuchaba en mi pecho, “como si rugiera un tigre” (palabras textuales) era mucho más que un sencillo soplo.
Asustada se dirigió a los médicos y les exigió que realizaran en mí un cateterismo. Ellos se enfurecieron, creían que era una locura someter a una pequeña niña a tal procedimiento sólo para despejar dudas cuando era evidente que no tenía nada grave. A mi madre la trataron muy mal, le exigieron firmar papeles donde los médicos se libraban de toda responsabilidad. Ellos creían que todo aquel esfuerzo era innecesario.
Una vez que el cateterismo terminó fueron a pedirle disculpas a mi madre, habían descubierto la estenosis y aún no podían salir de su asombro. Gracias a ella hoy estoy viva y tengo la oportunidad de ayudar a las personas, no de sus enfermedades físicas, pero si de las enfermedades del alma.
Estoy orgullosa de mi madre porque ella fue fiel a su instinto, a su preocupación y luchó para quitarse la duda, una duda que culminó en certeza. Así que por eso, gracias mamá.
Ahora es tu turno de expresar lo que sientes por aquellos que todos los días hacen nacer una sonrisa en tu rostro, por quienes te cuidan y te respetan, por quienes se preocupan por ti, por quienes te aman profundamente.
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agradecimiento gratitud psicología positiva ejercicio
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