Un ataque de pánico se caracteriza por ciertos síntomas entre los que encontramos los siguientes:
- palpitaciones o taquicardia
- transpiración intensa
- sensación de respiración entrecortada
- sofocos intensos
- malestar en el pecho
- náuseas
- sentimiento de debilidad
- vértigos
- sensación de irrealidad
- despersonalización
- terror a volverse loco
- miedo a morir
- calambres
- zumbidos en los oídos.
Cuatro o más de estos síntomas se desarrollan abruptamente y alcanzan su punto más alto luego de diez minutos aproximadamente.
Luego de la primera crisis la persona vive con temor a que el ataque de pánico vuelva a repetirse y están atentos a todos los posibles desencadenantes. Esto hace que el sujeto llegue a limitarse tanto que comienza a perder control sobre su propia vida.
¿Cuál es el tratamiento?
La terapia cognitivo conductual ha demostrado ser el tratamiento por excelencia. Otros tratamientos no resultan ser efectivos o demoran demasiado en brindar resultados exitosos.
En la terapia cognitiva, brevemente, se trabaja del siguiente modo:
- Psicoeducación: El psicólogo explica a su consultante qué es la ansiedad exactamente, cómo funcionan los ataques de pánico y se calma a la persona haciéndola saber que nadie puede morirse de esto, aunque tú lo sientas como lo peor que te puede estar sucediendo.
- Terapia de exposición: la persona está expuesta a las sensaciones físicas de pánico en un ambiente controlado y seguro, de esta manera se pueden aprender nuevas técnicas para lidiar con el temor. Puedes por ejemplo mover tu cabeza de un lado a otro, hiperventilar o retener tu respiración, así estarás sometiendo a tu cuerpo a síntomas similares a los del pánico. Con esta exposición a estas sensaciones corporales en particular comenzaras a experimentar menos temor ante ellas y por lo tanto podrás ejercer más control sobre el pánico.
- Reestructuración cognitiva: proceso que te invita a cambiar los pensamientos negativos que influyen en tu ansiedad por aquellos pensamientos más positivos y realistas. Primero debes identificar cuáles son tus pensamientos negativos, en los trastornos de ansiedad las situaciones siempre se perciben como mucho más amenazadoras de lo que en realidad son, debes preguntarte a ti mismo qué era lo que estabas pensando cuando comenzaste a sentirte ansioso. Hay que desafiar a los pensamientos negativos, debemos cuestionar la evidencia que nos brindan los pensamientos de temor, analizar aquellas creencias que no son útiles para ti, debes pensar cuáles son las posibilidades reales de que aquello a lo que le temes con tanto fervor pueda llegar a ocurrir de verdad.
- Reemplazar los pensamientos negativos con pensamientos más realistas involucra identificar las predicciones irracionales y distorsionadas que tus pensamientos ejercen sobre la realidad y luego reemplazarlas por aquellos pensamientos que son más coherentes. Puedes crear tus propias frases para calmarte cuando sientes que estás cerca de una situación amenazante para ti.
- Reconocer la ansiedad y las sensaciones corporales que trae consigo. Debes procurar aprender técnicas de relajación como respirar muy despacio y decirte cosas tranquilizadoras.
- Mindfulness: Conciencia plena, estar disfrutando del aquí y ahora y evitar la preocupación por el futuro. La ansiedad se dispara demasiado cuando te presionas en exceso, te sobre exiges, te da miedo aquello que no puedes controlar o te preocupas exageradamente por el futuro. Esta técnica milenaria es excelente para aprender a manejar la ansiedad y reducir el estrés.
- Enfrenta a tus temores: Para vencer el miedo es necesario enfrentarse a él, ya sea en tu imaginación o en la vida real. Los miedos no son más que fantasías que tú mismo vas creando y terminan atentando en tu contra.
- Medicación: Cuando los ataques de pánico son demasiado severos y aún no se ha comenzando un tratamiento cognitivo, puede ser necesario recurrir a la medicación psiquiátrica, por un período acotado de tiempo. La medidación que se sugiere altera la forma en que los procesos químicos interactúan en el cerebro, pudiendo reducir o evitar los ataques de pánico y ansiedad.
Por tu cuenta puedes ir aprendiendo más sobre el tema de la ansiedad, es más fácil controlar aquello que conoces. No te sientas solo y sobre todo no busques aislarte, siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte, busca refugio en tus vínculos.
No te olvides de que el ejercicio físico es un ansiolítico natural e intenta mantenerte alejado del exceso de cafeína o del uso indiscriminado del cigarrillo para calmarte. Puedes decidir reducir el estrés de tu vida, a veces el asunto no pasa por tener real estrés en nuestra rutina, sino por cómo interpretamos las cosas o por cómo dejamos que la realidad nos sobrepase.
Busca ayuda, los ataques de pánico tienen solución y puedes recuperar tu vida si estás dispuesto a intentarlo. En Centro Psicología Positiva Uruguay todos nuestros profesionales trabajan desde la Psicología Positiva y el enfoque de la Terapia Cognitivo Conductual.