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En el artículo de hoy utilizaré material de dos libros muy interesantes que te ayudarán en el proceso de sanación, uno de ellos escrito por Bernando Stamateas llamado Gente tóxica y el otro escrito por el Dr. Iñaki Piñuel Amor Zero.
El amor sano no tiene que teñirse de sufrimiento ni desesperación, de dolor o confusión. No hay que mendigar migajas cuando mereces que te quieran y te respeten de verdad.
Muchas veces cuando te encuentras con lo que a simple vista parece ser tu alma gemela, puedes llegar a tener la mala fortuna de toparte con un vil lobo disfrazado de cordero. Piñuel habla de psicópatas, pero en mi opinión a veces no necesariamente lo son, sino que son personas crueles o que lastiman a los demás sin ser demasiado concientes del daño que andan obsequiando por doquier.
Hombres y mujeres manipuladores pueden hacerte sentir culpable, responsabilizarte por cosas que no son en realidad tuyas, hacerte sentir menos, jugar con tu autoestima, engañarte al punto tal que te convences que el malo de la película eres tu. Te dominarán, te harán sentir el ser más especial del planeta tierra para luego hacerte sentir una piltrafa humana, te humillarán, te confundirán, te controlaran.
Una relación tóxica puede incluso llevarte al borde del suicidio, te hará sentir desesperanzado, te convencerás de que la única manera de ser feliz es obteniendo el amor de este ser que en realidad no sabe querer y no te amará de verdad jamás.
Todos podemos ser víctimas de una mala relación, sin embargo, creo que las personas con tendencia a ser más dependientes en sus vínculos son quienes más fácilmente pueden caer en las redes seductoras de estos sujetos narcisistas, que solamente buscan su satisfacción.
La relación suele pasar por dos fases:
Una estrategia frecuente que vemos en estas relaciones tóxicas es la triangulación. Hablarán de otras personas, se mostraran con otros, incluso pueden ser terceros imaginarios. El punto es hacerte sentir inseguro y poco importante, asustarte para que les prestes más atención porque sino podrías perderlos. Te llenaras de desconfianza, celos y además te desvivirás por dejar contento a alguien con una fuente inacabable de demandas eternas.
Stamateas nos habla de varios tipos de vínculos negativos que podemos ir encontrando en el amplio mundo de las relaciones tóxicas. Veamos algunos de los más clásicos:
Relaciones de pareja plagadas de quejas y reproches, ambos están descontentos, se sienten sin salida, desanimados y suelen pelearse demasiado, alejándose también de amigos y familiares, generando tensiones en distintos ambientes.
Sientes culpa y no estás demasiado seguro de por qué, eres víctima de sarcasmo e ironía por parte del otro, este vínculo afecta tu autoestima y te hace dudar de ti mismo.
Eres víctima de la paranoia de tu pareja, te acusa de que lo engañas, es él o ella quien sienten una profunda inseguridad e intenta controlarte a cómo de lugar. No hay diálogos profundos, solo acusaciones sin sentido que te puede empujar a tomar actitudes celosas y de desconfianza también. La relación se torna insufrible.
Esas parejas que te hacen tocar el cielo con las manos y luego te ignoran una semana, eres lo más importante del planeta tierra un día y luego ni siquiera existes. Te sentirás desolado e inferior, estas actitudes cambiantes te harán sentir perplejo y no comprenderás cuál es la verdad.
Vínculos competitivos, donde ninguno de los dos aclama los triunfos del otro, se sienten más importantes que su pareja, compiten por atención, quién tiene el mayor problema o menos tiempo. No son compañeros porque cada uno se suma en su propia conflictiva, creyéndose la victima de la situación sin escuchar al otro, no se ayudan a la hora de resolver problemas y se convierten en verdaderos enemigos disfrazados de pareja.
Tal vez te suceda que quieras rescatar a todo el mundo y que con la ayuda y sacrificio adecuado puedes hacer que tu pareja se convierta en un ser excepcional, que cambiará todo lo malo si tan solo te esfuerzas lo suficiente. Dejame decirte que esto no es cierto, las personas no cambian a menos que lo deseen y sacrificar tu vida por este ideal te saldrá muy caro.
Existen infieles crónicos, los que a menos que busquen ayuda psicológica, no cambiarán jamás y te lastimarán una y otra vez de mil maneras, muchas veces podrás enterarte de sus aventuras, pero la inmensa mayoría pasaran desapercibidas. Estarás presa de la desconfianza siempre, suelen ser vínculos que te agotan energéticamente y puedes perder años de tu vida esperando que ocurra un milagro y tu pareja te respete.
Tu pareja puede demandarte constantemente, te sentirás asfixiado, como si tu pareja fuera un trabajo más donde debes rendir cuenta y marcar tarjeta. Atacará tu individualidad, te poseerá demasiado y seguramente te aleje de tus vínculos.
Devastación y negación:
Aún te sientes intoxicado de amor por tu ex pareja, te sientes vulnerable, sin energía, sin concentración. Es frecuente tener fantasías de que la ex pareja ahora será feliz, que eras tú el responsable de que las cosas no funcionaran correctamente. Tu ex pareja incluso puede comenzar a salir con otra persona rápidamente, quien será una nueva víctima de sus actitudes despiadadas.
Duda y auto-enseñanza:
Usualmente gracias a un tratamiento psicológico, podrás darte cuenta de que estabas a merced de un depredador emocional, te costará creer todo esto, querrás justificar a tu ex, pero hay algo en ti que sabe que no era tan maravilloso ni inocente como te quería hacer creer.
Entendimiento del comportamiento de sociópatas, psicópatas y narcisistas:
O cualquier persona que te haya sufrir de una manera tan despiadada, podrás comprender las manipulaciones, las toxicidades, la idealización, las fantasías, la inseguridad, etc. Serás conciente de que te vendió un personaje, que te usó, que te hizo sentir el último orejón del tarro, inútil, poca cosa, que es capaz de descartarte como si fueras un objeto, que jamás te tuvo consideración real. Ya sea conciente o inconscientemente, tu ex pareja te hizo un daño terrible y tienes que alejarte de esta persona para siempre. Ellos no saben ser felices ni amar de verdad, lo que no logró contigo no lo logrará con nadie, no creas la fantasía de que estará feliz por siempre en otra relación, porque será solamente una mentira más en su historial.
Ira:
Cuando conoces la verdad puedes verte presa de una ira descontrolada, quieres hablar con todos, demostrar la clase de crueldad a la cual te sometió. Usualmente esto no es prudente, es mejor elaborar la rabia de una manera más saludable y sobre todo aprender a perdonarte a ti mismo por haber sido participe de este vínculo tóxico.
Depresión:
Danzaras entre la ira y la depresión por un buen tiempo, existirán días mejores que otros. Te costará volver a confiar, te lamentarás de lo que has perdido por tu ex pareja. Pero no te preocupes, esto también pasará.
Sanación y auto-descubrimiento:
Podrás volver a tomar contacto contigo mismo, comprender qué fue lo que te llevó a establecer esta relación tóxica. La paz comenzará a tomar fuerza, podrás hablar de lo sucedido sin agobiarte, podrás contactarte de nuevo con la empatía y la alegría. Te sentirás preparado para conocer a alguien nuevo, saldrás victorioso y tus heridas solamente te harán más sabio.
Espero que este artículo te ayude a abrir los ojos, a no culparte, a que puedas salir a tiempo de una relación que solamente te hace daño. Si no puedes solo, no temas pedir ayuda, es el primer paso para volver a sentirte libre y dueño de tu vida. Cuídate, respétate, ámate.
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