La vida me ha ido llevando a ser un periodista cuya vinculación con la gente y los protagonistas surge fundamentalmente en las redes sociales.
Es así que tengo la alegría de presentarles hoy a una joven profesional, la psicóloga Mariana Alvez, precursora de esta rama de la Psicología en Uruguay, a quien conocí a través de Linkedin.
Resumir su currículum llevaría mucho espacio, el que prefiero utilizar para publicar la extensa charla que mantuvimos.
“Llevo más de cinco años trabajando con la Psicología Positiva sin descanso. Soy la fundadora y directora de Centro Psicología Positiva Uruguay, donde ofrecemos terapia y capacitación relacionada a esta corriente. Tuve un programa de radio online llamado EL CLUB DE LOS OPTIMISTAS, me encanta escribir y trato de hacerlo con asiduidad en mi blog y mi web. He dictado conferencias y talleres sobre Psicología Positiva acá en Uruguay y también en Argentina, Bolivia y Perú. Actualmente me estoy formando también para ser investigadora para poder llevar a cabo investigaciones en Uruguay sobre el optimismo y espero poder publicar un libro pronto”,explica.
Les presento a Mariana Alvez de quien estoy seguro mucho aprenderemos y con la esperranza de tener periódicamente sus aportes para el enriquecimiento de tod@s.
“Se ha logrado demostrar científicamente el efecto de la esperanza a nivel físico y psíquico, de la gratitud, de las emociones positivas en general así como la importancia del optimismo inteligente, que no es el optimismo desabrido o superficial que muchas personas creen”, asegura.
Esta es la entrevista
-¿Qué es la Psicología Positiva? ¿Hay una Psicología “negativa”?
La Psicología Positiva nace de la mano de Martin Seligman, profesor de la Universidad de Pennsylvania, junto con otros colaboradores como Christopher Peterson y Mihaly Csikszentmihalyi. La meta de esta corriente es centrarse en las fortalezas del ser humano en lugar de la patología, en cómo podemos potenciar y sostener nuestro bienestar gracias al cuidado en nuestras emociones y relaciones positivas, el sentimiento de compromiso con las cosas que hacemos, encontrarle significado y valor a nuestra vida, así como acercarnos a los logros que nos proponemos.
Su meta es que el sujeto se sienta a gusto con la vida que palpita, que tenga un propósito que lo haga despertarse con una sonrisa todas las mañanas, se busca que la persona pueda ser plena en todo sentido de la palabra. En lugar de reparar lo que está roto hay que construir cualidades positivas y sostenernos desde lo fuerte.
La corriente también busca derribar clásicos mitos que tenemos todos acerca de lo que es ser feliz. Muchas veces creemos que la verdadera felicidad no existe, o que le sucede a un puñado de afortunados, o que tenemos que tener demasiado éxito, demasiado dinero, ser muy hermosos y perfectos para alcanzar lo que queremos y nada más lejos que la realidad.
Tendemos a exagerar las consecuencias de las cosas que nos suceden, a veces estamos fervientemente convencidos de que cierto hecho nos abrirá las puertas de la felicidad eterna y estamos equivocados, o creemos que jamás podremos salir airosos de una tragedia amorosa y también estaremos en lo erróneo.
La Psicología Positiva no deja de lado el dolor, sabemos que es parte de la vida y tampoco se trata de sonreír sin sentido cuando todo es terrible, lo que hacemos con el dolor es transitarlo, aceptarlo y si podemos hasta crecer y aprender de él, si bien la vida es compleja a veces con nuestras actitudes empeoramos las cosas. La Psicología Positiva busca brindar a la persona perspectivas distintas y herramientas para que puedan apreciar su experiencia desde un lugar más saludable y satisfactorio.
Yo no diría que existe una psicología negativa, sino que existen otras maneras de trabajar en terapia, afortunadamente la psicología en general cuenta con un número importante de corrientes y enfoques, cada consultante y sobre todo cada terapeuta puede elegir la manera de trabajar con la cual se sienta más a gusto y considere más beneficioso para la persona a quien quiere ayudar.
Desde mi perspectiva, cuando vivimos desde el bienestar y el optimismo, cuando aprendemos a reconocer y aplicar nuestras fortalezas, cuando nos responsabilizamos solamente por lo que nos corresponde, seguramente ya estamos pavimentando el camino hacia esa felicidad que es mucho más alcanzable de lo que todos creen.
-¿Qué cosas en tu profesión te fueron llevando a tener una visión no tradicional?
Ya desde mis 20 años leía muchos autores norteamericanos de desarrollo personal. Si bien la Psicología Positiva no es autoayuda, tiene un pensamiento mucho más amplio que engloba temáticas como la espiritualidad y la meditación, que no se tratan en corrientes psicológicas más tradicionales.
Cuando descubrí que existía esta corriente comencé a estudiar de inmediato y me pareció sumamente interesante cómo se le da lugar al desarrollo de la persona, a cómo utilizar estrategias sencillas del día a día para poder incrementar nuestro bienestar. Potenciar, pulir, mejorar y hasta divertirse en el proceso son posibilidades que da la Psicología Positiva. Es un enfoque integrativo, porque más allá de que la Psicología Positiva tiene sus propias investigaciones, también respeta y rescata técnicas y trabajos de diversas corrientes. Lo interesante es que se ha logrado demostrar científicamente el efecto de la esperanza a nivel físico y psíquico, de la gratitud, de las emociones positivas en general así como la importancia del optimismo inteligente, que no es el optimismo desabrido o superficial que muchas personas creen.
-¿Qué es el Club de los Optimistas, cómo surgió y cómo funciona?
Cómo surgió fue muy natural, en una sesión con uno de mis consultantes estábamos charlando acerca de que estaría bueno crear un espacio donde las personas se conocieran. Se me ocurrió que además de la posibilidad de conocerse y compartir, también aprender sobre psicología positiva de una manera amena, divertida y sobre todo relajada.
La idea es que sea un espacio construido por nosotros para nosotros, con un eje común, que es disfrutar de la vida, valorarla y aprender a ser más felices. Es una asociación que permite unir lo formal con lo informal, el conocimiento con el sentido del humor, un espacio para desarrollarse, para jugar con nuevas oportunidades, para ver las cosas desde otra perspectiva, para que la persona pueda cuestionar su pesimismo que no es lo mismo que realismo como nos quieren vender, para tener una guía hacia el cambio, para agregarle bienestar a nuestra rutina.
Básicamente funciona una vez al mes, nos reunimos ahora en Centro Psicología Positiva Uruguay, charlamos, llevo siempre un material diferente para compartir, ya sean cuentos o videos, y debatimos sobre diversas temáticas relacionadas con el bienestar, como lo puede ser el optimismo, el perdón, las distintas fortalezas y emociones positivas. Siempre se anuncian los encuentros y hay que anotarse previamente para asistir. La información la pueden encontrar en www.psicologiapositiva.com.uy inscribiéndose a nuestro newsletter donde hay información y novedades exclusivas para mi comunidad optimista.
-Mucha gente dice que entiende importante lo de ser positivo, focalizar sus pensamientos en eso y no en lo negativo o en lo que se teme. Esto está muy difundido a través de la Metafísica, el Control Mental, por ejemplo. Alguien más exigente puede cuestionar la base científica de “lo positivo”.
Considero de vital importancia que podamos diferenciar qué es el pensar positivo que está relacionado con ley de atracción y otras temáticas que andan a la vuelta con lo que es la Psicología Positiva.
El pensar en positivo fue cobrando fuerza ya desde la década del 70, entre sus postulados podemos encontrar que pensar en positivo cura enfermedades, que si no estamos donde queremos es porque algún pensamiento negativo nos está impidiendo alcanzar lo que deseamos, repetir afirmaciones, también he leído por ahí que todo es nuestra responsabilidad también. Esto no es ciencia, si bien hay personas que les gusta e incluso podemos encontrar personas que afirman que les funciona, la Psicología Positiva es una corriente psicológica avalada por múltiples investigaciones en el ámbito clínico, organizacional y educativo, donde cada vez más trabajos se hacen sobre el tema a nivel mundial.
Sí podemos decir que la Psicología Positiva entiende que las emociones positivas, por ejemplo, tienen un fuerte nexo con la salud, aunque muchas veces este se limita a la prevención, no podrá curar una enfermedad genética por ejemplo más allá de que puede ayudar a aliviar o aceptar mejor una patología.
Los pensamientos y sentimientos negativos existen, las “emociones negativas” en contexto son necesarias, tiene sentido sentir miedo cuando estamos siendo realmente amenazados, tiene sentido sentir un poco de ansiedad cuando nos tenemos que enfrentar a algún evento importante para nosotros. No es necesario ni posible sentir emociones positivas todo el día. Tampoco se trata de forzarse a estar bien, tenemos que darnos nuestro tiempo para sufrir, para hacer el duelo correspondiente a la situación que nos genera angustia.
El verdadero optimismo, el inteligente, es un optimismo más bajado a tierra, donde somos capaces de evaluar con coherencia y justicia qué cosas funcionan en nuestra vida y qué no. Quizás uno de los beneficios más importantes del optimismo es la mera intención de permitirnos pensar distinto, de no siempre ver lo que nos falta, lo que no funciona. En algunas situaciones el pesimismo es necesario, en el sentido de que tenemos que entender que la vida tiene muchos vaivenes, que las cosas no siempre salen como esperamos. Tenemos que aprender a aceptar, tenemos que aprender a frustrarnos, lo cual no quiere decir que no podamos salir airosos, o al menos en paz, de nuestras batallas si aprendemos a desarrollar herramientas psicológicas para incrementar nuestro bienestar.
Día a día, investigación tras investigación, la Psicología Positiva intenta acercarnos a comprender la complejidad de nuestra vida y cómo ampliar nuestra perspectiva. No existen recetas mágicas para ser feliz, pero sí herramientas para construirnos y descubrirnos, estilos de pensamiento que contribuyen a tener una vida con sentido. Con paciencia, con realismo, entendiendo nuestras limitaciones, entendiendo que no somos perfectos y vamos a tener que pasar por malos momentos, podemos construir un verdadero optimismo que finalmente hará que nuestra vida florezca.
-¿Cómo es tu trabajo en el consultorio con un paciente con una neurosis,miedos,depresión? ¿Hay un tratamiento específico desde la Psicología Positiva para estos problemas? ¿Cuáles, en síntesis?
Yo en el trabajo clínico también utilizo técnicas cognitivo conductuales que han demostrado ser excelentes por ejemplo para trabajar la ansiedad y los ataques de pánico. Las técnicas de Psicología Positiva son aplicables a todas las patologías, cómo se trabaja con ellas es lo que varía. Entre las técnicas más conocidas es el reconocimiento de los pensamientos negativos habituales, estrategias para disputarlos, reconocer y aplicar nuestras fortalezas, conocer y crear en nosotros emociones positivas, escribir ya sean cartas de agradecimiento o trabajar con el perdón, ejercicios para la gratitud y el cambio de perspectiva, técnicas de mindfulness, de control de impulsos, etc.
-Tienes una activa participación en los medios de comunicación y a nivel académico has participado en reuniones internacionales en torno a este encare positivo de la Psicología. Cuéntame por favor algunas de esas actividades.
Todas las experiencias han sido sumamente enriquecedoras, los medios me gustan mucho porque creo que es la mejor manera de acceder a las personas y poder brindarles respuestas, que sepan que no están solos, que lo que les sucede no es tan extraño como creen y que siempre pueden buscar ayudar, conmigo o con cualquier otro profesional; pero que no se asusten, que la psicología no es para “locos” o que no sos un cobarde o un débil por necesitar una mano, todos la necesitamos de vez en cuando.
Las charlas en las universidades me fascinaron, más allá de lo que implica a nivel académico, lo que más disfruto es el compartir, tanto con quienes asisten a estas reuniones como con mis queridas colegas. Cuando fui a la Universidad Peruana Unión dicté dos charlas, una que habla sobre los mitos de la felicidad y otra sobre la perspectiva científica del amor, habían más de 600 personas, la gente de Perú es súper cálida y amorosa, nos trataron como rock stars jaja.
En la Universidad de Palermo presenté cómo podemos colaborar con la prevención en salud y el cambio de perspectiva pesimista a optimista desde las redes sociales, además de presentar la idea del club de los optimistas. Llevo más de 300 artículos escritos y me escriben todos los días desde distintas partes del mundo, no puedo contestar a todos, pero trato. La idea con los artículos escritos de manera muy sencilla, es brindarle a la población respuestas de qué es lo que les sucede a nivel emocional y cuáles son los posibles tratamientos o ejercicios recomendados para lo que les aqueja, por supuesto que nada supera a una consulta personal o via skype sin embargo es un buen lugar por donde comenzar.
En Maimónides, en Caballito, presenté ¿es inteligente ser optimista? y en la Universidad Católica también hablé del optimismo inteligente que es un tema que me encanta. Esta experiencia fue sumamente interesante porque vinieron mis colegas de Argentina y de Perú que son excelentes expositoras y profesionales, pronto voy a estar subiendo la conferencia completa.
¿Cómo ves el estado de la salud mental en general en Uruguay y de qué manera consideras que la Psicología Positiva da soluciones a los problemas más acuciantes de la gente?Si bien creo que lentamente los uruguayos están cambiando, es verdad que existe mucho pesimismo y vacío existencial que conduce a un número importante de personas a cometer suicidio. Las cifras son alarmantes aún, por eso me parece tan importante inculcar el valor de la vida, el entender que el sufrimiento y las desgracias de la vida existen pero que NO SON LO ÚNICO, tenemos todas estas cosas maravillosas, experiencias, personas, situaciones, actitudes que podemos adoptar para mejorar nuestra perspectiva y comenzar a vivir de verdad y no solamente sobrevivir. La psicología positiva ayuda mucho a la prevención también, por eso desde mi humilde lugar trato de estar presente y compartir, compartir y compartir porque me importa que las personas se quieran y se sientan bien. Es una ardua tarea pero no estoy sola, por suerte hay muchos profesionales de la salud que son apasionados y comprometidos con su tarea y también apoyan la prevención.