El problema aparece cuando esos vínculos se convierten en dependencia y nos impiden desarrollarnos como personas independientes y libres.

“Esta dependencia nos lleva a quedarnos en un segundo plano en nuestra propia vida, dando más importancia a las necesidades y derechos de las otras personas, con nuestro sacrificio”, explica el psicólogo español Gabriel González, miembro de la Fundación Eduardo Punset.

Para el especialista, algunas claves para salir de esa dependencia emocional residen en aprender a quererse, lo cual se logra con nuevas redes que nos proporcionen la satisfacción a las necesidades, soluciones a los problemas y que faciliten la toma de decisiones. Todo comienza en el momento que nos fijamos metas y objetivos personales, al mismo tiempo que ponemos límites.

7 consejos para superarla

La psicóloga uruguaya Mariana Alvez alude al conocido libro “Las mujeres que aman demasiado”, de Robin Norwood, para recomendar una serie de pasos que nos permitan dejar atrás el patrón negativo de dependencia:  

1. El primero es buscar ayuda. Quienes tienen una relación dependiente, usualmente son personas cuyos padres también los han sido, y han ido adquiriendo este patrón poco saludable para relacionarse.  

2. Trabaja en tu lado espiritual. Despierta tu deseo de reflexionar y cuestionarte algunas cosas. Esa sensación de tener un propósito en la vida, de tener esperanza, quizás hasta de hacer yoga y meditación.  

3. Evita los juegos emocionales. No intentes controlar al otro. Hay que relacionarse desde la igualdad, nadie es superior a nadie en una pareja. Los juegos emocionales lo único que brindan es una falsa seguridad que termina agotándote a ti y a tu pareja.  

4. Ser conscientes de nuestros defectos. Si puedes hacer algo para pulirlos, ¡adelante!, pero siempre cambia desde al amor hacia ti mismo, no desde el castigo. Cultiva en ti lo que crees que necesitas, lo que pueda fortalecerte.  

5. Seamos sanamente egoístas. Los demás son importantes, pero no pueden ser más importantes que tú. Si no eres capaz de darte amor, no podrás ofrecerlo a alguien más.

6. Obsesionarse. Liberarse es la clave para la recuperación. Evita obsesionarte con el otro, algo que se manifiesta mediante sueños con la otra persona, pensar en qué está haciendo ahora, hundirse en recuerdos.  

7. Deseos de venganza. No le des más importancia de la que merece ni gastes tu energía ni piernas el tiempo en desearle lo peor al otro para que pague por lo que hizo.

Tanto la doctora Mariana Alvez, como el psicólogo Gabriel González coinciden en señalar que el sufrimiento es constructivo, pero necesitamos aprender a estar solos y amarnos a nosotros mismos.